Un grupo de inversionistas decidió hacer lo impensable: gastar 25.8 millones de dólares en boletos de lotería, comprando prácticamente todas las combinaciones posibles del juego “Texas Lottery”. Y sí… ganaron el premio mayor: nada más y nada menos que $57.8 millones de dólares.
La noticia fue celebrada como una de las jugadas más audaces de la historia reciente. No fue un golpe de suerte, fue una estrategia matemática.
Pero como en todo buen plan, había un actor que nadie puede evitar: el temido IRS (Servicio de Impuestos Internos de EE. UU.).
📉 El impuesto que casi los deja sin gloria
De los $57.8 millones, el gobierno federal se quedó con el 37 % en impuestos (unos $21.3 millones). Y como Texas no cobra impuestos estatales sobre premios de lotería, eso fue lo único que lograron evitar.
A eso súmale los 25.8 millones que gastaron en boletos… y te queda una ganancia neta de unos $10.6 millones de dólares.
💸 ¿Valió la pena?
A simple vista, ganar 10 millones suena brutal. Pero considerando que pusieron en juego casi 26 millones, muchos podrían decir que fue más una maniobra de alto riesgo que una gran victoria.
Además, la historia termina con un giro: la Lotería de Texas cambió las reglas poco después de este suceso, cerrando cualquier posibilidad de repetir la jugada.
🧠 El dato final que nadie te dijo
Aunque la estrategia funcionó, el sistema no estaba preparado para eso. No es que haya sido ilegal: simplemente nadie se había atrevido a hacerlo. Hasta ahora.
📌 ¿Tú lo harías si tuvieras el dinero?
Comparte esta locura con ese amigo que siempre dice:
“si me gano la loto, me desaparezco.” 👀
