Una mesera perdió su empleo después de compartir un video donde un cliente cenaba con una muñeca inflable. La grabación acumuló rápidamente más de dos millones de reproducciones en redes sociales.
Despedida tras grabar a cliente con muñeca inflable: la polémica que se volvió viral
En TikTok, una de las plataformas más populares del mundo, es común encontrar contenido insólito que se vuelve viral en cuestión de horas. Millones de usuarios se conectan diariamente para ver videos de corta duración, muchos de los cuales logran captar situaciones inesperadas. Pero, ¿qué sucede cuando estas grabaciones cruzan límites éticos o profesionales?
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Este fue el caso reciente de una mesera del restaurante Restoration Hardware Rooftop, quien perdió su trabajo luego de grabar y compartir un momento insólito: un cliente que cenaba en compañía de una muñeca inflable. Durante un turno normal, la mesera, identificada como Tara Bjork, no pudo resistir la tentación de documentar la escena, que describió como «extraña».
En el video, que rápidamente se hizo viral, se puede observar al cliente alimentando a la muñeca con uvas, mientras Bjork narraba su asombro. La muñeca, con cabello rubio y un vestido negro sin mangas, parecía ser la protagonista de una cena insólita.
Aunque Tara estaba consciente de las políticas de privacidad del restaurante y del riesgo asociado a sus acciones, decidió compartir el video en redes sociales, sintiendo que el momento era demasiado inusual como para no ser visto. La grabación, que pronto superó los dos millones de vistas, llegó a los encargados del establecimiento, quienes decidieron despedir a la mesera por infringir las normativas del local.
“Sabía que grabar a los clientes podía tener consecuencias, pero no imaginé que la reacción sería tan masiva”, declaró Bjork tras su despido. Este incidente reabre el debate sobre los límites entre la privacidad y el contenido viral, especialmente en una era donde todo parece estar a un clic de ser compartido.
¿Es realmente necesario grabar cada situación peculiar para las redes? La historia de Tara Bjork sirve como advertencia: a veces, la búsqueda de popularidad en redes sociales puede tener consecuencias significativas en la vida real.