Roxanne Tickle, una mujer transgénero de Nueva Gales del Sur, ha ganado un emblemático juicio por discriminación de género en Australia, tras ser excluida de una aplicación de redes sociales exclusiva para mujeres. La sentencia, que marca un precedente histórico en el país, le otorgó a Tickle una compensación de USD 10,000 más los costos legales, subrayando la importancia de la protección contra la discriminación basada en la identidad de género.
Un caso que desafía la jurisprudencia existente
El juez federal Robert Bromwich dictaminó que Tickle fue discriminada indirectamente, ya que fue excluida de la aplicación Giggle for Girls por no ser considerada «suficientemente femenina». Esta decisión desafía más de 30 años de jurisprudencia, en la cual se sostenía que el sexo era un concepto inmutable desde el nacimiento. Sin embargo, Bromwich señaló que la interpretación del sexo como algo fijo contradecía la evolución legal y social en Australia.
«La jurisprudencia ha establecido que, en su significado ordinario, el sexo es cambiante,» explicó el juez, subrayando que la exclusión de Tickle se basó en una visión anticuada de la identidad de género.
Impacto legal y social de la decisión
Este caso se convierte en el primer fallo de la Corte Federal de Australia en abordar la discriminación por identidad de género desde las modificaciones a la Ley de Discriminación Sexual en 2013. Durante el proceso judicial, se presentó evidencia de que Tickle ha vivido como mujer desde 2017, posee un certificado de nacimiento femenino, y ha pasado por una cirugía de afirmación de género.
No obstante, el CEO de la aplicación, Sall Grover, se negó a reconocer su identidad de género, afirmando que continuaría considerándola un «hombre biológico». Esta postura fue duramente criticada por el juez Bromwich, quien describió como «ofensivo y despectivo» el comportamiento de Grover durante el juicio, incluyendo su reacción a una caricatura de Tickle.
Una victoria significativa para la comunidad trans
Al salir del tribunal, Tickle expresó su satisfacción con el veredicto, calificándolo como un avance crucial para la comunidad trans y diversa en cuanto a género. “Estoy complacida con el resultado de mi caso y espero que sea sanador para las personas trans y de género diverso,” dijo Tickle. “Esta decisión muestra que todas las mujeres están protegidas contra la discriminación.”
El fallo ha resonado en todo el país, generando debates sobre la interpretación legal de la identidad de género. Paula Gerber, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Monash, comentó a Reuters: “Este caso envía un mensaje claro a todos los australianos de que es ilegal tratar a las mujeres transgénero de manera diferente a las mujeres cisgénero.”
Por otro lado, la Comisión de Derechos Humanos de Australia respaldó la decisión, enfatizando que la ley ya no define el sexo únicamente como hombre o mujer, reconociendo la diversidad de identidades de género.
Reacciones al fallo
Aunque Grover expresó su descontento con el fallo a través de una publicación en X (anteriormente Twitter), afirmando que la «lucha por los derechos de las mujeres continúa,» la decisión judicial ha sido celebrada por activistas y defensores de los derechos trans en Australia.
Este caso, seguido de cerca por grupos de derechos de las mujeres y defensores de los derechos trans, destaca la complejidad y la importancia de cómo se interpreta la identidad de género y el concepto de ser mujer en la legislación moderna.
